¿En qué medida le ha ayudado a meterse en la historia que narra Belfast el hecho de haber crecido ahí?
Para empezar no he tenido que trabajar otro acento... pero también es importante para mí poder contar historias sobre el lugar en que nací y contribuir a que un público amplio pueda entender lo que ha ocurrido.
Yo nací trece años después de los hechos que se narran en la película, pero el conflicto armado duró 30 años, es decir, que nací en medio del conflicto y lo entiendo bien. Creo que es importante poder verlo desde distintos puntos de vista y en este caso es el de un niño de 9 años y una familia normal.
La película pone en el centro lo difícil que es, en una situación así, tomar la decisión de quedarse o marcharse.
En el caso de mi personaje él ya estaba trabajando en Inglaterra cuando estallaron los disturbios y eso le pone la opción de irse más fácil que a otras familias, sabe que si se marcha tiene un trabajo y una forma de mantener a su familia, pero eso no resta dificultad y dureza a la decisión de dejar atrás a tu gente y todo lo que conoces.
Personalmente, ¿cuándo y por qué decidió marcharse?
Me fui con 19 años, el año pasado me di cuenta de que llevo más tiempo fuera de Irlanda que en Irlanda, fue una sensación extraña. Para mí también fue una decisión difícil pero en circunstancias muy diferentes, no me marché en plenas revueltas sino porque pensé que lo que quería conseguir sería más fácil en Londres que en Belfast. Entiendo en todo caso el dolor que supone tomar esa decisión.
¿Qué fue lo más importante que le dijo Kenneth Branagh para ponerse en la piel de su padre?
Casi todo estaba en el guion, Ken no quería hacer algo demasiado documental ni un retrato preciso de quién era su padre, quería separarse un poco de su propia historia y nos invitó a aportar lo que nuestro instinto nos dijera.
Tengo entendido que usted se inspiró también en su propio padre, fallecido recientemente. ¿Qué aspectos de él aportó al personaje?
Hay una suerte de resiliencia y una calidez y bondad que son típicas de los hombres de Belfast, mi padre era así y también el padre de mi padre, una calidez, un carisma, una fuerza y sentido del humor, había algo de todo eso en el guion, en el padre de Ken y por eso pude llevar aspectos de mi padre y de mi abuelo al personaje.
¿Cree que este papel supondrá un antes y un después en su carrera?
Yo me limito a hacer el trabajo lo mejor que puedo y que la experiencia sea lo más gratificante posible, lo que viene después está fuera de mi control. He vivido experiencias similares en algún otro filme, pero no a esta escala.
Creo en lo que decía Peter O'Toole, que las grandes palabras hacen grandes actores, y yo he sido muy afortunado por trabajar con un excelente director y algunos de los mejores actores de su generación, un guion brillante y significativo, las cosas no deberían salir mal en esas circunstancias...
¿Cree que conseguirá que la gente deje de asociarte al personaje de Christian Grey? Si es que lo desea...
No especialmente, ese personaje fue adorado por muchísima gente, siempre he dicho que esas películas se hicieron para los fans de los libros y recaudaron mil 500 millones de dólares, o sea que a los fans les gustó, aunque a la crítica no, pasó lo mismo con los libros.
Llevo siete u ocho años haciendo trabajos que están a miles de kilómetros de distancia de ese personaje, este es un paso más. Espero tener una carrera larga, me siento afortunado por lo que he hecho hasta ahora y si, cuando llegue al final, dentro de 30 o 40 años, lo que me dejen, la gente sólo recuerda un personaje, quizá es que no he hecho muy bien mi trabajo, espero que no sea así.
[Fuente: Crónica/EFE/Magdalena Tsanis]