lunes, 30 de septiembre de 2019

JAMIE PARA CONDÉ NAST TRAVELER (OCTUBRE)

Jamie Dornan repite como imagen de Boss The Scent, excusa que nos permite averiguar a qué huele este simpático admirador de Kathryn Bigelow, Paul Thomas Anderson, Wes Anderson "o cualquiera que se llame Anderson", bromea por teléfono.
"Antes solía usar fragancias en invierno más oscuras, amaderadas, tipo cuero, y otras más brillantes y florales en verano. Desde que soy  padre trato de simplificar."
"Recorrimos en coche 18 estados diferentes durante cinco semanas. Fue increíble, siempre había querido hacerlo." (sobre el mejor viaje de su vida, el de su luna de miel con Amelia).
"La semana pasada tuve que hacer una escapada de 24 horas y esperaba que fuese maravilloso porque iba yo solo después de mucho tiempo (en viajes familiares). Luego tuve una intoxicación alimentaria y, Dios mío, fue terrible", cuenta entre risas.
Jim, su padre, tiene una propiedad en la costa oeste, en Connemara, desde hace 15 años. "Es una zona muy hermosa y remota, que no se vio afectada por el Celtic Tiger, el boom de la economía y la posterior crisis de 2007. Te da una idea de cómo es la verdadera Irlanda. En muchos de sus pueblos y ciudades todavía hablan gaélico, resulta hermoso."
También le entusiasma volver a Nueva York, donde pasó mucho tiempo siendo veinteañero. "Antes lo daba por sentado, ahora, si puedo, me encanta caminar a todas partes. En la última década he ido menos y, en esas pocas ocasiones me quedo atrapado durante dos días haciendo promoción en una habitación de hotel."
Asegura que en estos casos pide poco: "Soy feliz con una cama cómoda y una buena ducha".
Sus dos hoteles preferidos son bien dispares: Post Rach Inn, en California "he tenido momentos muy especiales allí y es una de las excursiones por carretera más increíbles desde L. A.; tardas cinco horas y media por la Pacific Coast Highway y terminas en Big Sur, un lugar increíblemente espiritual y hermoso." Y el Claridge's de Londres, donde se aloja a menudo por trabajo: "Tratan muy bien a mi familia y emana esa decadencia de la vieja escuela. Siempre me siento desaliñado cuando camino por su vestíbulo", se ríe.