"Hice una campaña donde tenía que parecer femenino y vulnerable. Mis colegas se cayeron al suelo de la risa"
Jamie Dornan es un mega bebé. Toda una barba de tres días perfeccionada y ojos azul cobalto, parece que sólo podría existir proyectado desde una pantalla o valla publicitaria. Por supuesto, ahí es donde podrías haberlo visto. Mientras conversamos en un estudio con corrientes de aire, el modelo convertido en actor explica cómo comenzó su vida frente a la lente: "Vine a Londres para [el programa de reality] Model Behavior y me eliminaron cuando nos seleccionaron. Estaba destrozado pero pensé , 'A la mierda', así que dejé la universidad y me mudé a Londres".
Los siguientes años los pasó retorciéndose desnudo en i-D, peleándose con Rosie Huntington-Whiteley en GQ y luchando sin camisa con Eva Mendes para Calvin Klein. "Hice mi primera campaña en 2003", recuerda. "Había un póster enorme de Natalia Vodinova mordiéndome el trasero en Houston [Avenue] en Nueva York. Me quedé allí con fascinación morbosa viéndolos colocar la siguiente pieza del rompecabezas..."
A un mundo de distancia de su Belfast natal, los amigos de Dornan nunca dejarían que el éxito se le subiera a la cabeza. "Se meten conmigo constantemente", se ríe. "Una vez hice una campaña de Nicole Farhi y estaba haciendo una pose vulnerable en una de las tomas y mis compañeros se cayeron al suelo de la risa".
Luego llegó Hollywood cuando su primera audición le aseguró el debut en la pantalla grande en Marie Antoinette de Sofia Coppola. "Fue surrealista", dice. "Tomé unas copas con Sofia y el productor en The Ritz después de mi segunda audición en París y pensé que todos los trabajos serían así".
Después de abandonar la vida de modelo y la banda de folk de corta duración Sons of Jim ["No me sentía lo suficientemente bien como para ser músico"], Dornan se dedicó a la actuación a tiempo completo. La búsqueda valió la pena y consiguió un lugar en la serie de ABC Once Upon A Time como el rompecorazones residente, el Sheriff Graham.
A continuación, el joven de 30 años cambia su estatus de atractivo visual por el de "asesino en serie demente" en el thriller The Fall de BBC Two. "Para meterme en el personaje leí sobre gente como mi personaje y vi entrevistas con tipos que habían hecho cosas atroces", dice. "Era difícil mantener ese espacio mental. Algunas noches tenía que estar solo, bañarme, pensar en lo que había hecho...".
Hoy ha vuelto a su forma de modelo con una cazadora bomber con estampado de cachemir mientras cambia de un pensador con el ceño fruncido a una mirada de 'Hey, chica'. "Uno pensaría que estaría acostumbrado a posar frente a la cámara, pero no es una situación cómoda", dice.
No es de extrañar que haya desarrollado una aversión a los flashes: a los 20 años, pasó dos años atrapado en los objetivos de los paparazzi mientras salía con Keira Knightley. Ahora comprometido con la cantautora Amelia Warner, no se altera cuando se trata de sus nupcias. "Es un día importante, pero ¿qué puede salir mal? Toda la gente que amas está ahí para verte tener un día brillante", dice.
Si bien es genial con las cosas grandes, las cosas pequeñas desencadenan su viejo gruñón interior. "Tengo poca paciencia sobre la ineptitud de otras personas", declara, "personas que tardan una eternidad en los cajeros automáticos", aunque está entusiasmado ante la perspectiva de llegar a los 50, si sólo es por los beneficios de vestir. "La gente piensa que te ves bien con un sombrero después de los 50", dice. "Cada sombrero que uso hace que parezca que estoy tratando de estar en JLS, así que espero que eso sea un problema".
"Nunca he estado a la moda. No soy como, 'Eso es genial'. El estilo es para siempre, la moda es una moda pasajera. La gente puede verse ridícula tratando de estar a la moda. Si te sientes cómodo con jeans y una camisa, úsalos. Me sorprende que la gente use zapatillas altas porque One Direction las usa".
Las camisas de Band of Outsiders y Thom Browne son sus obsesiones de vestuario. "Mi sueño es tener tres bonitas camisas, dos bonitos pantalones y tres camisetas", dice. Sus "vicios" son igualmente simples: "Me gusta Sky Sports, una Guinness y las hamburguesas. Me encanta Dirty Burger en Kentish Town". hace una pausa. "¡En realidad pensé que estaba más en contacto con mi lado femenino!"
Por eso le encanta la Guinness, su prometida e interpretar a los asesinos. Pero, ¿qué es lo que ama de sí mismo? "Mi barba", dice. "Las dimensiones de mi cara se ven raras sin ella".
¿Un mega-bebé con modestia? Sí, por favor.
[Fotografías: Jeff Hahn]
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