Jamie Dornan rinde tributo a Don Rickles: “El mundo acaba de perder un montón de risas”
Después de que el actor de Cincuenta Sombras de Grey diese por casualidad con los números de Rickles en Youtube, comenzó una admiración que, finalmente, se convertiría en amistad.
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Imagen cedida por Jamie Dornan |
Don Rickles era mi amigo. Siento que es todo un honor poder escribir estas palabras con total convencimiento. Aunque no le conocí durante mucho tiempo ni demasiado bien, seguía siendo mi amigo, y alguien, junto con su esposa Barbara, por quien me preocupaba mucho.
La primera vez que vi a este genio que era Rickles fue a través de
Youtube hace ocho años más o menos. Mientras estaba buscando entrevistas de Frank Sinatra, me topé con una serie de vídeos en baja calidad de los homenajes cómicos originales del programa de Dean Martin. El formato es muy sencillo: en cada episodio, hay un personaje conocido diferente al que se obliga a colocarse en un estrado frente a una gran audiencia y a las cámaras de televisión acompañado por otras caras conocidas del mundo de la comedia, la política o el cine. Uno por uno, y por tunos, deben acercarse al micrófono y mofarse del famoso en cuestión.
En cada uno de esos homenajes que vi, y los he visto todos, Don Rickles fue el participante más divertido, el más desmedido. El ingenio fanfarrón, fascinante, amenazante y desorbitado con el que destrozaba a esos tíos era inmenso y a mí eso me enganchó. En aquella época, la gente a la que elegían para participar, eran grandes estrellas. Nombres tan grandes como Sinatra, Sammy Davis Jr., Orson Welles, Ronald Reagan, Gene Kelly, y a todos ellos les encantaba ser parodiados por Rickles. Este tipo de homenaje aún se da hoy en día, pero ha evolucionado a algo de mal gusto, grosero, donde se prefieren las ordinarieces en lugar del humor inteligente. A Don no le gustaba nada este nuevo estilo de homenaje y, en la actualidad, estas actuaciones no tienen ni mucho menos el glamour que tenían cuando Don estaba en todo su esplendor.
Sin dejar a nadie salir indemne, él les dotaba de igualdad, y ese era su gran poder. Con el paso de los años desarrolló los apodos de “El Mercader de Veneno” y, como era más conocido, “El Señor Amable”, lo que era una ironía para cualquiera que le conociese puesto que, en realidad, era una de las personas más cariñosas, atentas y generosas que pudieras encontrar. Adoraba estar en el mundo y a todos los que lo compartían con él.
Mi experiencia personal con Don dio comienzo en febrero de 2015. Había estado en 'The Tonight Show with Jimmy Fallon' y empleé cuatro de los siete minutos de mi intervención en hablar de Don Rickles y cómo guardaba un autógrafo suyo (es la única persona a la que le he pedido uno en mi vida) encima de mi bañera.
Al día siguiente en el aeropuerto JFK de Nueva York, mi agente me llamó para decir que el agente de Don se había puesto en contacto con ella y que a Don le encantaría hablar conmigo por teléfono. Casi me muero de la emoción. Un día después hablé por teléfono con Don y Barbara durante media hora. Superó todas mis expectativas. Fue unas semanas antes de sus bodas de oro. Le pregunté a Don: “¿Qué vais a hacer para celebrarlo?”. Me contestó como una bala: “Voy a dejarla”. Me reí tanto que me hice daño en la garganta.
Nos hicimos colegas por
e-mail, con la maravillosa Barbara facilitando gran parte de esa relación por correspondencia. Nos enviaron una tarjeta de felicitación por Navidad. No paramos de intentar conocernos en persona: nuestras agendas no lo permitían. Don seguía yendo de gira constantemente, y así lo hizo hasta sus últimos días. Finalmente, el 8 de noviembre de 2016, conseguimos vernos. Fue en el 'Craig’s Restaurant' de Beverly Hills, y Don y Barbara estaban en la mesa que siempre utilizaban en un rincón (lo sé, ¿a que mola?). Nos emborrachamos y hablamos de todo: del amor, de la pérdida de Frank Sinatra, de Elvis, de la comedia y de la política. Muchas personalidades de Hollywood no paraban de acercarse a la mesa para saludar, esperando desesperadamente ser despellejados por ese gran nombre, esperando ser “Rickled”. Fue una gran noche.
A todo eso le siguió ir a verle en uno de sus espectáculos con Regis Philbin unas cuantas noches después. Llevé a mi amiga Emma y no pudimos parar de reír. Al final de la actuación me volví a acercar para saludarle, junto con su mejor amigo, el legendario Bob Newhart.
No era la primera vez que le veía actuar. Mi esposa me regaló entradas para uno de sus espectáculos en Atlantic City en 2013, así que fuimos y lo pasamos genial. Yo nunca hubiera podido imaginarme que, unos años después, diría que ese hombre era mi amigo. Qué tremendo honor. Estaba trabajando en una nueva serie en la que yo iba a participar y que se llamaba 'Dinner with Don'. Cuando la primera grabación prevista tuvo que ser retrasada debido a su delicado estado de salud, me temí lo peor. Tristemente, yo estaba en lo cierto.
Don Rickles seguirá muy presente en nuestra casa como la voz de Mister Potato en las películas de 'Toy Story'. Es genial que a nuestras hijas les encante Don tanto como a nosotros. Nuestras niñas estarán impresionadas cuando sepan que papá y Mister Potato eran colegas. Me siento muy afortunado de haberle conocido, aunque solamente haya sido durante una parte minúscula de sus casi 91 años de vida- los habría cumplido en Mayo. El mundo acaba de perder un montón de risas.